Facultad de Náutica en Barcelona

El proyecto pretende transformar un volumen dado, demasiado contundente a nuestro entender, en una geometría más articulada donde patios abiertos y con vistas a un entorno privilegiado sean los que organicen el programa y configuren el nuevo volumen.
Estos patios nos permiten dotar de luz natural y vistas a prácticamente todas las estancias, facilitando la circulación de aire por todo el edificio.
Con el objetivo de dar solución a la complejidad de cierta parte del programa donde es necesario salvar grandes luces, lo que implicaría grandes dimensiones de jácena, hacemos que los muros de la gran sala del túnel de viento de 30 metros de longitud funcionen como dos vigas pared postensadas que resuelven la luz de cubrimiento del canal de experiencias hidrodinámicas, dejando libre la altura requerida.
Optamos por ofrecer la parte más privilegiada del edificio a la escuela náutica, donde todas sus estancias tendrán vistas al mar. Los espacios de circulación, tan activos e importantes en los edificios docentes, estarán iluminados y aireados mediante un patio central donde situamos la escalera de conexión buscando vistas en diagonal hacia el mar. Los alumnos serán en todo momento conscientes de la ubicación privilegiada de su escuela.
Dada la necesidad de trabajar en hormigón por la complejidad de la estructura, decidimos expresar la plasticidad del edificio en el juego de dos materiales: el hormigón, que resuelve la estructura vista que soporta el volumen frontal; y los paneles opacos de las fachadas y la madera multicapa tratada, con la que confeccionamos un brise-soleil que nos protege del sol y nos da privacidad.