Banco Crematorio de Igualada

A pesar de que se podría considerar un objeto meramente técnico, al igual que el edificio en donde se posa, hemos querido dotarlo de toda la poética que el lugar requiere.
De esta manera la idea principal del diseño fue entender con delicadeza la situación en la que se presenta, por ello mediante el uso del material se le da un carácter escultórico, en donde parece que sobre tres asientos independientes se prolonga y descansa un banco equilibrado en sólo un elemento en su extremo que lo mantiene firme; el negro hace que algunos elementos estructurantes se mezclen con el fondo, exacerbando la cualidad de equilibrio y su sutil caída sobre los elementos portantes.
Al jugar además con el posicionamiento de los respaldos y el prolongamiento del banco, se generan y dos instancias, una para estar acompañado, mientras que otra para disfrutar la soledad, logrando generar un diálogo entre los visitantes y el paisaje lejano, un diálogo entre la vida y la muerte.