Centro de Dramaturgia Sala Beckett

Empezamos el proyecto con la intención de conservar el edificio existente, pero nos replanteamos esta decisión motivados por la voluntad de abrir el teatro hacia la ciudad y por la necesidad de modificar la disposición estructural de la antigua construcción, ya que sus dimensiones de crujías y alturas no se ajustaban a las recomendadas por los técnicos teatrales.

Finalmente decidimos proyectar un edificio completamente nuevo que pudiera convertirse en un lugar de relación ciudadana y donde la afición al teatro fuera la base.

Situamos en la planta baja toda la parte pública, abriendo totalmente el vestíbulo-cafetería hacia la calle lateral de menor tráfico. En la planta intermedia disponemos la escuela y los talleres y en la superior las clases teóricas y una gran terraza para actividades audiovisuales.

El dilema surgió al plantearnos cómo debería ser la fachada de un teatro contemporáneo.

Pensamos que un teatro debe ofrecer una imagen lúdica y ligera. Así, conectamos con la idea de bambalinas, de los planos que se levantan para construir espacios en las escenas teatrales.

Queríamos que nada expresase gravedad, sino una imagen amable y festiva. Un balcón con gradas cuelga de la fachada para convertirse en un espectáculo, de la misma manera que es espectáculo el movimiento de los estudiantes que se asoman al balcón.