Hotel Pizota

El proyecto consiste en un hotel de 150 habitaciones al que solo puede accederse desde el mar, dado que la carretera más cercana se encuentra a sesenta kilómetros de distancia y no hay ningún camino de conexión.

Se debía cumplir con el ambicioso programa del hotel sin que con ello se destruyeran las características paradisíacas del lugar.

Empezamos con la idea de pintar líneas en el territorio: unas cintas que se entremezclan con la vegetación y que conforman los tejados de las habitaciones.

El mayor problema consistió en resolver la accesibilidad a las habitaciones sin necesidad de introducir escaleras. La posibilidad de conectarlas por caminos se descartó por el gran movimiento de tierras que suponía.

La solución surgió al pensar cómo se desplaza un tren por el paisaje: siguiendo la topografía y salvándola cuando es excesivamente complicada. Así resolvimos el proyecto: las cintas de las habitaciones siguen la topografía y unas grandes jácenas nos permiten salvarla cuando el nivel es excesivo. Por debajo de estas vigas se desliza un ascensor horizontal que conecta con el pasillo que lleva a las habitaciones mediante unas pasarelas.