Intervención Paisajística en Lago Verde

En un paisaje excepcional frente al mar se nos pedía proporcionar lugares de descanso para los visitantes que sólo pueden llegar a él a pie.

No quisimos introducir nada nuevo, nada que distorsionara la visión que se tenía del lugar. Utilizamos la cuerda y sus anclajes, que protegen al caminante durante el trayecto.

Sin soltar las cuerdas que nos acompañan en el recorrido, tejemos con ellas, como si de una tela de araña se tratara, las superficies que nos servirán para reposar frente al mar.

Nada tiene que destruir la magia del lugar. Sabemos que cualquier construcción empieza infligiendo heridas en el lugar. Valiéndonos de las características de la arena —su pronta recuperación a su estado natural después de cualquier manipulación—, enterramos en ella los anclajes de los soportes metálicos de las cuerdas sin necesidad de ningún otro material de sujeción, salvo el peso del propio metal.

El día que se decida retirar la intervención todo volverá a ser igual que antes.