Torre de Oficinas Caixa Galicia

El proyecto englobaba dos torres diferentes, una de oficinas y otra de viviendas. Queríamos que la primera buscase notoriedad, por ser un símbolo de la entidad que representa, y la segunda se asociase a intimidad.

Al diseñar la torre de oficinas, huimos de elementos monolíticos, símbolo de un poder rígido. La propuesta busca ofrecer un espacio interior iluminado y ventilado y, con este fin, la componemos mediante cuatro cuerpos que nos permiten llegar a un resultado formal más dinámico.

La propuesta puede explicarse como una nueva tipología de torre que ha sabido transformar el antiguo patio central de los edificios públicos de pocas plantas —que al crecer en altura se compacta con las comunicaciones— en uno nuevo en forma de cruz abierto al exterior. Este patio está conformado por unas pantallas nervadas que componen la estructura principal del edificio y permiten su juego formal.

Podemos decir que el planteamiento de la estructura nos da una imagen escultural y a la vez proporciona la calidad de los espacios interiores.