Centro Cívico Sandaru

El proyecto, un edificio de dos plantas, se ha desarrollado a partir de la creación de un patio interior que, situado en la planta superior como prolongación de los talleres, tiene como fin conseguir la máxima relación de los espacios interiores con el exterior y, a la vez, preservar la intimidad de sus usuarios, dadas las características urbanas de la parcela.

Este espacio permite el trabajo al aire libre sin el ruido de la ciudad, al mismo tiempo que potencia la relación entre los usuarios. Queremos evitar que sea un patio totalmente interior y, con este objetivo, lo abrimos hacia una terraza con vistas a la calle a través del corredor que comunica las dos zonas de talleres.

La planta baja se retranquea para crear una zona que protege a los usuarios del flujo de la gente de la calle, y que funciona como terraza durante los meses de más calor.
En la planta intermedia situamos el programa que no necesita relación con el exterior, como el gimnasio y la sala de actos.

El hecho de que las aperturas más repetitivas, como son las de los talleres y las oficinas, se abran hacia el interior del patio nos permite proyectar hacia la ciudad una fachada más singular y libre, enfatizando su carácter de edificio público singular.

Hemos querido integrarnos en el contexto, pero al mismo tiempo ofrecer a la ciudad un edificio singular.