Residencia de Estudiantes Maison de l’Algérie

El proyecto responde a la necesidad de encontrar una solución arquitectónica ante una parcela larga y estrecha con una autopista en su lado sur.

Concebimos el edificio como un muro que protege del ruido, donde todas las habitaciones miran al parque y buscan la mejor orientación posible y donde el espacio del pasillo amortigua las molestias que causa la autopista. Para que no pareciera una gran barrera monolítica, decidimos que cada volumen del edificio tuviera una altura diferente.

Una fachada es el negativo de la otra. La del parque, hacia donde dan todas las habitaciones, es de vidrio, con grandes montantes de madera que esconden los forjados y la división interior de las paredes. Por el contrario, la fachada que da a la autopista, donde se disponen todos los corredores, es maciza para amortiguar el ruido de los coches. En este caso los pliegues se abren hacia las vistas lejanas.